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Se aceleran las negociaciones con el FMI, pero todavía no haya acuerdo

Las tensiones persisten en las negociaciones con el FMI mientras el organismo exige una clarificación del valor del dólar y se diluyen las posibilidades de un mayor respaldo financiero para la Argentina

Las negociaciones en Washington se aceleran, pero nada indica que el acuerdo esté a punto de cerrarse esta semana, como había dejado trascender el equipo económico. Las discusiones por estas horas giran en torno a la capacidad de intervención que le quedaría al Gobierno para evitar un salto cambiario, en medio de la continua caída de reservas (ayer fueron otros USD 264 millones) y mayor presión en las cotizaciones de los dólares financieros. Ayer el dólar libre llegó a un récord nominal de $ 525, es decir 5 pesos por encima del cierre anterior.

Por lo pronto, el viaje de Sergio Massa a Washington no sería esta semana y pasaría para la que viene, ante la necesidad de seguir con las discusiones técnicas y puliendo detalles de este “acuerdo puente”, que solo llegaría hasta fin de año. En realidad, se presentará todo como un “recalibramiento” de metas, debido a que la Argentina ya incumplió con todas las exigencias que se habían estipulado para el primero y el segundo trimestre.

En las últimas horas se divulgaron informes del FMI en el que ya directamente recomiendan para la Argentina ir hacia un único tipo de cambio, incluyendo un sinceramiento del valor del dólar. Advierten que la situación de reservas es límite y sugieren que ya no hay margen para seguir sosteniendo la política actual, es decir el cepo cambiario y brecha cambiaria cercana al 100%.

Parece extraño que ante semejante diagnóstico, el staff del FMI convalide la posibilidad de realizar desembolsos más allá del monto necesario que precisa la Argentina para repagar los compromisos con el organismo. Massa, sin embargo, insiste que están dadas las condiciones para contar con unos USD 2.500 millones adicionales que podrían utilizarse para intervenir en el mercado con dos objetivos: evitar que se disparen los dólares financieros y mantener el actual ritmo de “crawling peg”, es decir la suba gradual del tipo de cambio oficial.