Trabajadores de las sucursales de la cadena Carrefour están en guardia ante la iniciativa empresaria de prescindir de cajeros humanos por cajas digitales
Este martes empleados y sindicalistas realizaron una volanteada con una denuncia referida a las llamadas “cajas automáticas” instaladas en el supermercado Carrefour, en las que el propio cliente contabiliza los productos y emite el valor de la compra sin intervención de otra persona. Si dudosa es la agilidad que ese dispositivo ofrece, seguro son sus riesgos según los representantes de los trabajadores: pérdidas de puestos de trabajo en la ciudad.
Eugenio Rodríguez, delegado de la sucursal de calle Pueyrredón al 700, relató a El Ciudadano que desde diciembre se incorporaron cuatro cajeros robot en el súper para facilitar las compras de las Fiestas. La novedad funcionó para los clientes en relación a la fluidez, pero a costa de ocho puestos de trabajo menos y ese número de familias que a partir de allí perdieron ingresos.
“No significa que no avancen en tecnología, pero hay que sostenerlo con trabajo genuino”, subrayó Rodríguez.
Rodríguez indicó que a finales de marzo se cayeron contratos de trabajo para la línea de caja que eran de período de prueba de 3 meses, pero que en otro momento “hubieran quedado en planta fija”.
La instalación de ese tipo de cajas se extendió a las otras sucursales de Carrefour en Rosario. Cinco delegados de los empleados se llegaron a las puertas de la sede central de la cadena en Buenos Aires y de otras dependencias para hacer visible el conflicto generado por el desplazamiento de puestos laborales.
“La lucha es ahora, no tenemos que esperar qa que haya un 70% de la línea de caja con cajeros robot y entonces gastar las energías pidiendo la reincorporación de compañeros y compañeras”, enfatizó Eugenio.


