Estos pagos corresponden a los bonos reestructurados en 2020 bajo la gestión del exministro de Economía, Martín Guzmán, y se espera que la curva de pago de intereses se mantenga estable en 2024
El Gobierno pagará los intereses semestrales de bonos dolarizados, en una señal que los mercados ya recibieron positivamente. La operación implicará una caída adicional cercana a los USD 700 millones sobre el ya escuálido nivel de reservas, que es lo que recibirán los inversores en sus cuentas. Además, hay unos USD 300 millones que está en manos del sector público, por lo que no debería impactar en ese stock.
Los cupones a pagar, cuya fecha de vencimiento es el 9 de julio, corresponden a los bonos reestructurados en 2020 por el entonces ministro de Economía, Martín Guzmán. La curva de pago de intereses recién se puso un poco más empinada este año y seguirá prácticamente igual en 2024.
El gran desafío llega en 2025, cuando empiezan a caer vencimientos de capital. Para ese entonces, la nueva administración deberá recuperar el acceso a los mercados y conseguir financiamiento para cubrir los vencimientos de capital de la deuda soberana.
Las reservas continúan perdiendo terreno y es posible que una vez que se haya efectivizado la transferencia de fondos, perforen los USD 27.000 millones. Sin embargo, el nivel de reservas netas -según la metodología utilizada por el FMI- ya es negativo en USD 5.000 millones.
Massa intenta conseguir un desembolso de USD 6.800 millones, que permitiría cubrir el pago de USD 4.200 millones al FMI, pero también contar con dólares frescos para seguir interviniendo en el mercado cambiario
Este número seguirá aumentando una vez que se transfieran los fondos para cumplir con el pago, que en realidad cae el domingo 9 de julio. Ante semejante escasez de reservas, el equipo económico busca acelerar las negociaciones con el FMI para reformular el acuerdo vigente, luego de que la Argentina incumpliera con las principales metas que se habían fijado para el primer trimestre.
Sergio Massa intenta conseguir un desembolso de USD 6.800 millones, que permitiría cubrir el pago de USD 4.200 millones al FMI, pero también contar con dólares frescos para seguir interviniendo en el mercado cambiario. Sin embargo, los tiempos se dilatan y aún no hay fecha para llegar al final de las negociaciones. Incluso parte del equipo económico que debía viajar a mediados de esta semana en Washington para apurar las conversaciones con el staff del FMI no lo hizo, una señal de las dificultades para llegar a un acuerdo.


