Habrá más oferta para el MEP y Massa apuesta a que se siga achicando la brecha cambiaria. Los turistas extranjeros podrán acceder a un tipo de cambio similar al dólar MEP para los consumos que realicen en el país con tarjeta de crédito y debito.
El nuevo dólar turista no favorecerá a las reservas netas, ya que el Banco Central seguirá sin comprar los dólares que ingresan los turistas. La solución que encontraron entre el ministerio de Economía, el de Turismo y el propio BCRA es que esas divisas se vendan a través del mercado bursátil. Se trata de una “vuelta de tuerca” que sorprendió al crear un nuevo tipo de cambio específico para los que extranjeros.
La implementación requirió de una verdadera alquimia para su implementación. La medida busca que los pagos de los visitantes se realicen a través de circuitos oficiales, en vez de recurrir a las “cuevas” para conseguir un mejor tipo de cambio. Serán las compañías de tarjetas las encargadas de liquidar esas divisas a través del mercado financiero, con lo cual podrán reconocerle a los clientes el nuevo tipo de cambio que se acercará a $ 290 a partir del viernes. Hasta ahora, cualquier turista que utilizaba un medio de pago electrónico recibía una cotización cercana a los $ 160.
De esta forma, una cena que cuesta $ 16.000, cuando se paga ahora con tarjeta equivale a 100 dólares para el extranjero. Pero a partir de ahora el costo será de solo 55 dólares. Lo mismo sucederá a la hora de pagar una cuenta en el hotel, el alquiler de un auto o cualquier otra actividad.
El circuito elegido implicará con el paso de los días un flujo de dólares que aumentará la oferta del dólar financiero, aunque al mismo tiempo reducirá lo que entra todos los días por el mercado informal o libre.
Está por verse si este nuevo esquema reducirá adicionalmente la brecha cambiaria, que cayó a 84% si se toma en cuenta el dólar MEP en relación con el tipo de cambio minorista.Por lo pronto, al nutrirse el circuito financiero de una mayor oferta de dólares podría ayudar para que esa diferencia se achique adicionalmente.
En el propio ministerio de Economía explicaron que al menos de manera indirecta esas divisas también sumaran dólares. Si bien el Central no los comprará, al entrar las divisas por el circuito financiero implicará automáticamente un aumento de los depósitos en dólares. Esas colocaciones son contabilizadas por el BCRA, incrementando las reservas brutas aunque no las netas (porque se trata de divisas propiedad de terceros), que son las que monitorea el FMI.
El Central no puede comprar los dólares de los turistas a $ 290 porque debería asumir una fuerte pérdida de su balance. Esto sucede porque luego a los turistas que viajan al exterior la entidad sigue vendiendo a $ 160, es decir el tipo de cambio oficial. Luego el tipo de cambio termina siendo mucho más alto para los que viajan al exterior por la aplicación del impuesto PAÍS, las percepciones de Ganancias y ahora también el 25% a cuenta de Bienes Personales.
Por lo tanto, el BCRA ya no se podía dar el lujo de asumir otra pérdida millonaria en su balance, como sucedió con la implementación del dólar soja, que significó la compra de divisas a los sojeros a $ 200, un 25% por encima del precio oficial en aquel momento.


